Mi experiencia espero que les sirva a muchos de ustedes, ya que no tenemos porque hacer caso a exigencias de personas externas que nada aportan a nuestras vidas ni a nuestros cercanos.
Más que seguir cánones de «éxito» establecidos por razones sociales o comerciales, importa ser buenas personas y leales con los seres queridos cuando ellos más lo necesitan.
El éxito del emprendimiento llegará tarde o temprano, pero los valores y la consecuencia serán los que hagan que ese logro permanezca en el tiempo, más en este siglo XXI donde las actitudes del pasado perfectamente puede alcanzar a los «triunfadores» que toman palco y critican.
Muchos de ellos no tienen autoridad moral para hacerlo, ya que por decir uno de tantos ejemplos, han olvidado a sus abuelos o padres en un asilo y pueden pasar hasta meses sin que los vayan a visitar.
Es cierto que hay verdaderos vividores que no abandonan a sus papas simplemente por no querer hacerse cargo de su vida. Eso todos lo reprochamos, pero también hay otros como usted, que si nos quedamos en las casas de papas o abuelos es precisamente haciendo lo contrario, es decir, dando el cariño y la atención que necesitan cuando la sociedad los ha abandonado.
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